CULTURA CHAVÍN
El área de influencia de Chavín se habría presentado desde Lambayeque por el norte hasta Ica por el sur y Cajamarca y Ayacucho por la sierra; pero se han encontrado evidencias artísticas similares de este período en regiones de Ecuador y Bolivia probablemente por la existencia de grupos de peregrinación que cíclicamente acudían a los oráculos andinos más conocidos de entonces. Muchas regiones de los Andes, sin embargo no presentan estas características, otras como la selva aún no se conocen por falta de estudios.
LA RELIGIÓN E INFLUENCIA CHAVÍN.
El estado teocrático marcó el predominio de la casta sacerdotal sobre la población campesina. Desde Tumbes y Cajamarca por el norte hasta Ica y Ayacucho por el sur se distinguen elementos típicos de este fenómeno religiosos: seres míticos con atribuciones ofídicas, ornitomorfas y felínicas que se representan en el arte Chavín, pero el ser que más llama la atención es la “Deidad de los Báculos” (acaso el dios Wiracocha que se repite en los Andes Centrales en los próximos milenios) ligado directamente al culto al agua y las lluvias. No se descarta la posibilidad que el área de influencia chavinoide haya llegado hasta las regiones ecuatorianas, por el norte y altiplánicas por el sur.
ARQUITECTURA
El centro arqueológico Chavín de Huantar no fue construida en un solo momento. Tiene una larga historia de ampliaciones y remodelaciones. La pirámide más antigua es la llamada Templo Viejo y a su lado se encuentra el Templo Nuevo.
Templo Antiguo albergó en su interior al oráculo principal de esa época: El "dios Sonriente", representado en la escultura llamada Lanzón Monolítico. Al Templo Viejo lo forman 3 pirámides que juntas y vistas desde el aire forman una letra "U. Al interior de esta pirámide se construyeron pasadizos estrechos que se asemejan a pasajes subterráneos, por eso se les han llamado "galerías".
En el Templo Viejo la más importante es la "Galería del Lanzón", donde está el ídolo llamado "Lanzón Monolítico", uno de los principales íconos para los Chavín. En esta piedra está tallada la imagen del dios del mundo de abajo, también llamado "El dios Sonriente", responsable de la fecundidad de la tierra y de las estaciones del año. La manera en que fue dibujado "El dios Sonriente" caracteriza al arte de los Chavín.
Templo Nuevo se diferencia en varios aspectos del "Templo Viejo", comparten la forma en "U" del templo y la misma orientación geográfica. La Pirámide Central del Templo Nuevo tiene forma de cubo, con muros de piedra y dimensiones que impresionan al visitante (aproximadamente 70 metros por lado y 10 metros de altura) por ello se le conoce con el apelativo de "El Castillo". En su construcción se usaron piedras de origen exótico como el granito blanco o la caliza negra a las que pulieron prolijamente y les dieron forma rectangular.
Al interior de la Pirámide Central está la mayor cantidad de galerías que se han encontrado en este sitio. Cada una de ellas tiene su propio lugar de ingreso. Aún no se conoce la función exacta que tuvieron.
Al centro de la Pirámide Central, contra la fachada principal, está La Portada que en su singular diseño no conduce al interior del edificio, sino que mediante escaleras laterales lleva a la cima del mismo. Dicho portal está formado, principalmente por 2 columnas y un dintel sobre los que se han tallado las imágenes emblemáticas del panteón Chavín.
La Plaza Cuadrangular Hundida, ubicada frente a la pirámide principal, guarda una exacta alineación con la portada del Templo Nuevo. Cuatro escalinatas (una por cada lado) comunican el exterior con el interior. Los cuatro muros laterales están enchapados con hileras de bloques de piedra pulidas. Sobre uno de esos bloques se ha tallado la imagen de un ser mítico llamado por los arqueólogos de la actualidad como la "medusa", pero en realidad es la representación de la época del Templo Nuevo del mismo ser mítico esculpido en el Lanzón del Templo Viejo.
Las cabezas clavas son unas esculturas de piedra que representan cabezas humanas pero con atributos de los dioses Chavín que originalmente estuvieron clavadas en la parte alta del muro exterior del Templo Nuevo. Hoy en día solo queda una de ellas en su ubicación original.
EL ARTE LÍTICO
Resulta especial apreciar el arte lítico Chavín caracterizado por presentar motivos muy recargados y con un marcado misticismo, así se pueden apreciar:
ESTELAS es decir piedras de superficie plana en donde han realizado representaciones en alto y bajo relieve, siendo la figura más representativa la estela de Raimondi.
ESTELAS es decir piedras de superficie plana en donde han realizado representaciones en alto y bajo relieve, siendo la figura más representativa la estela de Raimondi.
Lanzón Monolítico se encuentra en la galería más profunda de las 14 que existen en el templo antiguo. Este monolito prismático mide 4.54 metros de alto y la imagen central presenta a la divinidad principal de los Chavín: el dios Jaguar. La imagen es de un ser antropomorfo de rostro fiero y agresivo, adornado con orejeras a cada lado, brazaletes en las muñecas, cabello aserpentado, colmillos muy crecidos y con las manos y pies rematados en filosas garras. Los arqueólogos coinciden en señalar que fue la Huanca o piedra sagrada más venerada de Chavín y el motivo de las peregrinaciones en la primera fase de esta sociedad, aunque se duda que la población haya tenido acceso a percibir la imagen por su carácter sacro.
El Obelisco Tello es una pieza monolítica que mide 2.52 metros de alto y fue descubierta por Trinidad Alfaro. La imagen central muestra un coito entre reptiles rodeados por plantas dentro de un concepto dual, seguramente vinculados al ritual de fecundidad y reproducción andina.
Las Cabezas Clavas se sabe que eran 56 las cabezas clavas que decoraban el templo de Chavín de Huantar, lamentablemente el paso del tiempo y los desastres naturales típicos de la zona fueron destruyendo el conjunto y a la fecha solo existe una cabeza clava en el sitio original. Sus formas son muy particulares pues presentan figuras de serpientes, colmillos, ojos desorbitados, rostros desencajados. Entre las interpretaciones que se asocian a estas piedras destaca la posibilidad de la representación de guardianes del templo o la representación de sus sacerdotes o chamanes. En ellas se observa sin embargo, una constante transformación de seres humanizados a mitológicos y casi irreconocibles. Hoy, estas cabezas clavas puedan observarse en los museos gracias a que Tello ordenó se dibujaran cada una de ellas, los planos fueron guardados y aunque el aluvión de 1945 destruyó la zona, las formas y detalles particulares se salvaron.
CERÁMICA
Se caracteriza por su estética y originalidad. Presenta una base plana, una forma globular con un solo pico y asa estribo. Es monócroma (tratando de imitar a la piedra) con decoración incisa realizada en alto y bajos relieve con punzones o a mano. Entre las figuras más representativas se encuentran las figuras del jaguar, el cóndor y la serpiente estilizados. Este tipo de cerámica se ha encontrado no solo en las zona del Marañón, sino también en sitios como Cupisnique, salinar, Chongoyape y Vicus.
Inclusive la cerámica que representa Chavín imita a la piedra (por la coloración y el acabado inciso) sobre todo aquella que tiene un fin puramente ceremonial.
ORFEBRERÍA
Aunque limitadas a los lavaderos de oro de los ríos tributarios del Marañón, Chavín también desarrollo una importante gama de trabajos en oro mezclados con plata y cobre. Practicaron las técnicas del martillado, el repujado y recortado para confeccionar brazaletes, pectorales, coronas y anillos como los encontrados en Chongoyape y Kunturhuasi.
EL OCASO
Según el Dr Krzysztof Makowsky Hanula, la crisis de Chavín fue originada fundamentalmente por causas políticas que tuvieron como pretexto los contactos que entre el templo (Chavín de Huántar) la sierra y la costa sur de Lima (siglo V al III a.C.) ocasionaron la difusión de ganadería de camélidos. Lo que ideológicamente originó una crisis en la doctrina religiosa por tal razón los santuarios del Callejón de Huaylas y de Cajamarca quedaron abandonados, encima de algunos se construyen aldeas y otros cambiaron de aspecto. El ocaso de Chavín trajo consigo grandes rupturas en la continuidad cultural. Los usuarios de la cerámica con los estilos Salinar, Gallinazo, tradiciones Blanco sobre Rojo, Cajamarca y Recuay no conservaron ni las técnicas constructivas ni los diseños arquitectónicos, ni la iconografía salvo escasos motivos sobrevivientes y arcaísmos, ni las técnicas y decoraciones en la cerámica o la metalurgia. Tampoco se mantuvieron costumbres funerarias. Los nuevos habitantes no construyeron grandes centros ceremoniales y sus eventuales capitales (cerro arena en Moche) tuvieron carácter de aglomeración doméstica.
Para el arqueólogo peruano Federico Kauffmann Doig el ocaso de la sociedad Chavín se produjo como consecuencia de un desastre natural desatado por el fenómeno del Niño.
CULTURA PARACAS
El descubrimiento de la cultura Paracas lo hace el célebre arqueólogo peruano, Julio Cesar Tello, junto con Toribio Mexia Xesspe, en 1925. Durante 20 años, estos arqueólogos se dedicaron entre otros al conocimiento en profundidad de esta cultura, a través del estudio de numerosos sitios. Sus trabajos más importantes consisten en las excavaciones de patrones funerarios Paracas. Son estos que, gracias a su riqueza en textiles, darán la topología, usada hasta hoy de la historia de la cultura Paracas. Entre los años 1923 y 1925, Tello tuvo la oportunidad de visitar la península en repetidas ocasiones, dándole así la oportunidad de descubrir una necrópolis que contenía más de 400 momias con sus envoltorios funerarios.
Pero rápidamente problemas con el tráfico de antigüedades surgió. Los invaluables tejidos, contenedores de cultura, historia, y conocimiento fueron ultrajados por traficantes. Las piezas fueron exportadas y se venden hasta el día de hoy en el extranjero a precios exorbitantes. Para el momento de su descubrimiento, las piezas todavía no eran atribuidas a la cultura Paracas, indiferenciada hasta ese instante, pero sus utensilios, textiles y objetos religiosos ya eran objeto de intercambio en el plano mundial. La lucha contra el contrabando afecta no solo la cultura Paracas, si no a todas las culturas y civilizaciones que alguna vez pisaron lo que ahora es el territorio peruano.
Dentro de las tumbas estudiadas se pudieron encontrar fardos funerarios, mantos, esclavinas, turbantes, paños y numerosos artículos de uso personal. Más precisamente, es gracias al estudio de los diseños de los fardos, mantas y otros que se pudo determinar dos tiempos históricos en la vida de esta cultura. La primera fase corresponde a la denominada Paracas Cavernas y la segunda fase corresponde a la denominada Paracas Necrópolis. Para 1964, los extensos estudios sobre los estilos textiles Paracas nos permiten ahora diferenciar hasta 10 fases secuenciales dentro de las 2 ya mencionadas por J. C. Tello.
Al parecer, la cultura Paracas era una cultura que tenía cierta afinidad por la guerra. Esto se basa en las representaciones de escenas bélicas en sus tejidos y la fabricación de orfebrería con simbolismo bélico igualmente. Dentro de las representaciones se encuentran inclusive cabezas trofeo, que pueden haber sido de sus enemigos. Seguramente, este aspecto guerrero fue lo que les permitió sobrevivir durante tanto tiempo, comparado a las otras culturas. Sus fronteras al parecer estaban bastante definidas, basándose en el emplazamiento de los sitios arqueológicos. Su territorio aunque no es muy extenso, al contrario de la cultura Chavín, puede haber sido el fruto de estas guerras continuas. Lastimosamente, se desconoce del tipo de gobierno, de sus gobernantes o de su política. Esto se debe a la ausencia de fuentes que se tiene sobre la cultura Paracas. Al comienzo de nuestra era, la región fue objeto de ocupación por parte de la cultura Nazca y la cultura Paracas tendrá mucho que ofrecer a esta nueva cultura especialmente en cuestión de orfebrería.
La limitación temporal de la cultura Paracas Cavernas va desde los 700 hasta los 200 años antes de Cristo. Es a las orillas del río Ica, por el sector de Ocucaje, ahora grande productores de pisco, que se desarrolla primeramente este grupo humano. ¿Porque se denomina a este periodo como “cavernas”? Este nombre viene de la forma de sus sepulturas. Estas eran características, se realizaban como enterramientos subterráneos, dentro de excavaciones en roca, con forma de “copa invertida”. Estas excavaciones tenían un diámetro de hasta 6 metros, en donde colocaban el cadáver junto con ofrendas y numerosos textiles que servirán posteriormente al estudio. Dentro de una sola tumba se encuentran varios cadáveres, solo que no tenemos ningún indicio de que sean parte de la misma familia estos sepulcros comunitarios.
“Los cuerpos se encuentran momificados, por las condiciones climáticas y del terreno. Algunos de los cadáveres muestran trepanaciones y deformaciones craneanas, probablemente debido a motivos religiosos.”
¿Cómo se caracteriza esta fase de la cultura Paracas? En cuestión de cerámica, esta se caracteriza por representar a sus posibles deidades: el jaguar y la serpiente. Las vasijas son de forma globular, con doble pico y asa puente. Esta es usada por primera vez en la cultura Paracas pero será adoptada por las culturas que en el futuro ocuparan la zona, como la ya mencionada cultura Nazca. Esta cerámica es relativamente abundante, se encuentra policromada y va a ser de inspiración para la cerámica del “periodo clásico”. Los tejidos cavernas se diferencien del resto por sus diseños geométricos y más bien de tipo rígido. En esta predomina la técnica de la doble tela e igual que en la cerámica se representan igualmente a las deidades: el jaguar y la serpiente. Se hacen representaciones de las dos deidades en una sola, tales como jaguares antropomorfos geometrizados con cabellos en forma de serpiente.
La Paracas Necrópolis es continua a la Paracas Cavernas. Estas fase es delimitada temporalmente desde el fin de la fase cavernas, es decir desde unos 200 años antes de Cristo hasta los primeros años después de Cristo. Esta se desarrolla en un área más amplia que la primera que va desde el río Pisco hasta la quebranta de Topará.
La denominación de la Paracas Necrópolis, viene, como es fácil suponer de sepulcros consisten en grandes cámaras funerarias, en construcciones mucho más avanzadas que suponen varias hileras de cuartos subterráneos. Además de la riqueza del contenido. Entre las ofrendas que se encuentran en el interior constan diferentes tipos de fardos, algunos de una complejidad sorprendente y varios objetos. Pero a diferencia de estas tumbas descritas, también existen varias tumbas sin ningún tipo de ornamenta. Lo que supone que había una diferenciación social. Existían ya clases altas y clases bajas. Clases que poseían y clases que no. Las tumbas muestran que la clase dominante igualmente tenía el poder religioso lo que le permitía seguramente tener privilegios con respecto a la población. Dentro de esos privilegios, estaban los sepulcros exuberantes.
TEXTILERÍA
Los tejidos de la época son los más complejos. Los que más vale la pena resaltar son aquellos que recubrían las momias puesto que son de mayor tamaño, de mayor calidad y suponen una técnica superior en muchos aspectos de la producción. Hechas en telas, estas suponen la primera evidencia de este tipo de manufactura en todo el continente americano. Ellos van a utilizar principalmente el algodón y la lana de camélidos americanos. Además, ellos se permitían bordar sus tejidos, lo que les permitía una mayor versatilidad en cuestión de diseño, por ende los colores vistosos y las creaciones complejas. Se representa entre otros a personajes sosteniendo cabezas trofeo, báculos, con fajas que se atan a la cintura con forma de serpientes bicéfalas. A esto se añaden significados religiosos tales como cuchillos ceremoniales, narigueras, bigoteras. Destacan igualmente los diseños con temática naturalista. Estos son principalmente animales: serpientes, felinos, aves, peces, pero también existen representaciones de frutos, flores y otros. Se dice que los textiles de esta época corresponden a los más bellos textiles el textil precolombino.
CERÁMICA
Curiosamente, la cerámica de la Paracas Necrópolis, al contrario de su predecesora, no es tan desarrollada. Esta mantiene la forma ya descrita pero pierde mucho en lo que es decoración, se vuelve de color amarillento, y en abundancia. Es en efecto una cerámica mucho menos desarrollada y de paredes menos finas, lo que denota una imperfección en el trabajo y perdida de habilidad de los orfebres en la época de Paracas necrópolis.